Nasdaq: la caída del rey
El índice Nasdaq, que a largo tiempo viene obteniendo mejores resultados que el S&P 500 y el Dow Jones, detuvo su crecimiento después de un reajuste de su cartera y de un nuevo incremento en las tasas de interés. A medio plazo estos factores podrían ocasionar una salida de fondos procedentes de las firmas tecnológicas que este año han impulsado el crecimiento del mercado entre sectores y grupos industriales rezagados.
Tal y como se esperaba, el 26 de julio la Reserva Federal de Estados Unidos elevó sus tipos al 5,5 %, cuota alcanzada por primera vez en 22 años. Numerosos analistas opinan que esta cifra será la máxima dentro del actual ciclo de aumentos. No obstante, es aún demasiado pronto para dejar que reine el optimismo, dado que aún deberemos conocer dos nuevos informes sobre el empleo y la inflación, así como un informe detallado sobre los préstamos bancarios, antes de que se celebre la próxima reunión de Comité Federal de Mercado Abierto de la Fed el 20 de septiembre. Tendremos también tiempo suficiente para comprobar los efectos atrasados de las medidas adoptadas por el banco central en EE. UU. para ajustar su política monetaria. A pesar de su anterior crecimiento, el Nasdaq sigue bajo presión.
No es ningún secreto que las principales empresas tecnológicas estadounidenses han visto cómo su ponderación dentro del índice Nasdaq 100 disminuía tras un reajuste "especial", según el cual el peso de las siete mayores compañías dentro del índice caía de un 56 % al 44 %. Entre estas se incluyen Apple, Microsoft, Alphabet, Amazon, Meta, Nvidia y Tesla. El precio de las acciones de estas firmas se incrementó de media más del 70 % desde comienzos de año, lo que triplica el rendimiento promedio de las acciones que integran el Nasdaq 100. El crecimiento de estas fue el principal factor detrás del avance del índice, dado que representan el 77 % de la rentabilidad anual del mismo. En este contexto, haríamos bien en esperar una ralentización en el crecimiento del Nasdaq 100, así como una corrección moderada de entre un 5 % y un 7 %.
Las esperanzas de que el ciclo de ajustes al crédito llegue a su fin dependen principalmente de los indicadores sobre la inflación. Según los últimos datos conocidos la inflación muestra una tendencia descendente, toda vez que los precios al consumidor se elevaron únicamente un 3 % interanual en junio en Estados Unidos. Este fue el menor aumento anual desde marzo de 2021 tras el incremento del 4 % visto en mayo. Sin embargo, los precios al consumidor superan notablemente el nivel objetivo del 2 % definido por el banco central. Así mismo, algunos miembros de la Fed se muestran preocupados por la posibilidad de que la actual ralentización de la inflación sea solo temporal y de que la presión subyacente sobre los precios se mantenga.
No es ningún secreto que las principales empresas tecnológicas estadounidenses han visto cómo su ponderación dentro del índice Nasdaq 100 disminuía tras un reajuste "especial", según el cual el peso de las siete mayores compañías dentro del índice caía de un 56 % al 44 %. Entre estas se incluyen Apple, Microsoft, Alphabet, Amazon, Meta, Nvidia y Tesla. El precio de las acciones de estas firmas se incrementó de media más del 70 % desde comienzos de año, lo que triplica el rendimiento promedio de las acciones que integran el Nasdaq 100. El crecimiento de estas fue el principal factor detrás del avance del índice, dado que representan el 77 % de la rentabilidad anual del mismo. En este contexto, haríamos bien en esperar una ralentización en el crecimiento del Nasdaq 100, así como una corrección moderada de entre un 5 % y un 7 %.
Las esperanzas de que el ciclo de ajustes al crédito llegue a su fin dependen principalmente de los indicadores sobre la inflación. Según los últimos datos conocidos la inflación muestra una tendencia descendente, toda vez que los precios al consumidor se elevaron únicamente un 3 % interanual en junio en Estados Unidos. Este fue el menor aumento anual desde marzo de 2021 tras el incremento del 4 % visto en mayo. Sin embargo, los precios al consumidor superan notablemente el nivel objetivo del 2 % definido por el banco central. Así mismo, algunos miembros de la Fed se muestran preocupados por la posibilidad de que la actual ralentización de la inflación sea solo temporal y de que la presión subyacente sobre los precios se mantenga.
