Fri, 27/05/2022 - 21:59
No hace mucho, las criptomonedas eran una clase de activo tan exclusivo que nadie más que los genios en informática y los conocedores del sector había oído hablar de ellas. Sin embargo, todo eso cambió en 2017, cuando estos instrumentos poco conocidos comenzaron a dominar los titulares tras registrar unas ganancias sin precedentes en tan solo unos meses. De hecho, a finales de ese mismo año, Bitcoin había subido un 2.000 % hasta alcanzar un máximo diario de 19.650 $. Sin embargo, aún pasarían otros tres años antes de que las monedas digitales se convirtieran en un elemento habitual en la mayoría de las carteras institucionales.
En este artículo analizaremos el recorrido de las criptomonedas desde la oscuridad hasta el centro de atención, y estudiaremos cómo se abrieron paso entre los primeros usuarios, los jóvenes inversores minoristas, hasta finalmente ocupar las tenencias de los fondos de pensión, cambiando la vida de muchos a lo largo de su camino.
Los primeros días (2009-2012)
Inmediatamente después del lanzamiento de la criptomoneda original por parte de Satoshi en 2009, los precios rondaron el cero durante casi dos años. No fue hasta 2011 cuando BTC finalmente alcanzó la paridad con el dólar estadounidense. Lo que siguió no fue diferente a lo que vimos durante el gran auge y caída de 2017. Los precios en Mt. Gox subieron de 1,00 $ a 30,00 $ en el lapso de unos meses antes de volver a caer hasta los 5,00 $ a finales de 2011. A pesar de que las ganancias porcentuales fueron tan impresionantes como las observadas en los mercados alcistas recientes, todo este episodio pasó más o menos desapercibido entre los medios de comunicación. ¿Por qué? Bueno, en aquel entonces, la capitalización de mercado de Bitcoin se podía contar en decenas de millones de dólares, y su adopción era prácticamente inexistente. Más allá de los primeros aficionados a las criptomonedas y los delincuentes de la web oscura, casi nadie poseía BTC o sabía lo que era. De hecho, en 2010 el usuario de BitcoinTalk SmokeTooMuch intentó subastar 10.000 BTC (actualmente valorados en 350 millones de dólares) por solo 50 dólares... pero no pudo encontrar un comprador.
Un auténtico punto de inflexión
Hace diez años, la única empresa de renombre que aceptaba Bitcoin era WordPress (añadido en 2012). Y a menos que quisieras comprar algún producto de uno de los pocos comerciantes independientes de BitPay, usar BTC legítimamente era bastante difícil. Pero todo esto cambió a principios de 2013 cuando Internet Archive comenzó a aceptar donaciones de Bitcoin e incluso ofreció pagar parte de los salarios de sus empleados en la moneda digital.
Poco tiempo después, OkCupid y Foodler comenzaron a permitir que los usuarios pagaran los servicios en BTC. A esto le siguió la apertura del primer cajero automático de Bitcoin del mundo en Vancouver. ¡La Universidad de Nicosia en Chipre incluso comenzó a permitir que los estudiantes pagaran sus tasas de matrícula con la criptomoneda! Todo esto allanó el camino para que muchas más empresas incluyeran a Bitcoin entre sus métodos de pago en los años siguientes, pero eso no fue todo. Fue además un momento histórico que abrió la veda para la primera oleada de inversores minoristas comunes en el mercado, a un precio promedio de en torno a 500 $.
El Gran Boom de Bitcoin 1.0
Bitcoin comenzó 2013 en alrededor de 13,00 $, pero en diciembre valía más de 1.000 $. A pesar de las fluctuaciones y correcciones a corto plazo, es razonable decir que todos los hodlers que ingresaron en ese momento han tenido rendimientos que les cambiaron la vida en el espacio de menos de una década. No obstante, no fue hasta 2017 que BTC realmente llegó al radar de los principales medios. Efectivamente, las ganancias fueron realmente espectaculares: Bitcoin pasó de un precio de alrededor de 900 $ en enero a un máximo de 19.650 $ el 15 de diciembre, duplicando su recuperación del 1.000 % de cuatro años antes. La diferencia clave esta vez fue que, incluso después de la corrección típica posterior a la burbuja > 80 %, Bitcoin nunca volvió a visitar sus mínimos anteriores a 2017. La amplia cobertura de esta carrera alcista de un año hizo que un gran número de nuevos inversores minoristas entrasen en este mercado. Si bien muchos de estos tuvieron pérdidas significativas en papel en 2018, aquellos que aguantaron deberían estar más que felices con sus ganancias hoy. Además, toda esta expectación en torno a Bitcoin también ayudó a proyectos incipientes como Ethereum (2015) y Cardano (2017) a atraer nuevos usuarios y capital a medida que comenzaba a tomar forma el llamado mercado de las "altcoin".
Un mundo de posibilidades
Quizás la faceta más interesante de este auge cripto más reciente fue que estuvo impulsado en gran medida por la tan esperada llegada de instituciones e inversores consagrados. De hecho, la asombrosa cifra de 9.300 millones de dólares de capital institucional se destinó a las clases de activos digitales en 2021, lo que supuso un aumento de casi el 36 % frente a los 6.800 millones de dólares de 2020 y prácticamente nada en 2017. Mientras tanto, Bitcoin se convirtió en moneda de curso legal en El Salvador, que atraviesa dificultades económicas, a la vez que la criptomoneda original asumió nuevos roles como reserva de valor en Turquía, afectada por la inflación, y como un medio seguro de cambio transfronterizo gratuito en países devastados por la guerra el mundo.
Pero una de las novedades actuales más emocionantes sobre el sector desde 2020 es la aparición de los segmentos DeFi y NFT, que tienen unas tasas de crecimiento internanual compuesto respectivas del 47 % y el 35 %. Además, este mercado es prácticamente todo altcoin. Bitcoin apenas está presente; en cambio, son Ethereum, Cardano, Solana, Terra Luna y otras monedas y tokens habilitadas para contratos inteligentes las que gobiernan el espacio. Es más que probable que sean estos los tipos de proyecto que experimentarán un mayor crecimiento en el futuro, y muchos inversores con visión de futuro ya los están acumulando, al igual que hicieran los pioneros hodlers de Bitcoin desde principios de la década de 2010.
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