Atención a los metales

La era pospandémica se ha caracterizado por un déficit tanto en la oferta como en la demanda de varios tipos de productos básicos. El precio de todos los bienes que van desde petróleo, recursos energéticos y productos domésticos e incluso materias primas ha ido incrementándose de forma gradual a causa de la inflación. No obstante, un tipo de activo que ha desafiado la lógica anterior durante los últimos dos años ha sido el de los metales preciosos. Según la sabiduría popular y los registros históricos, el oro y la plata deberían haberse granjeado enormes ganancias durante este dilatado periodo de tiempo marcado por la incertidumbre económica y la presión sobre los precios, pero la realidad es bien diferente.

Lo cierto es que los dos principales metales preciosos han perdido prácticamente un 10 % desde los niveles registrados en enero de 2020. Sin restarle importancia a porqués y portantos, traders e inversores tienen un mayor interés en saber hacia dónde se dirigen estos activos. De forma que, sin mayor dilación, ¡veamos lo que el análisis técnico tiene que decir sobre la trayectoria futura de estos!

La FED, hasta arriba de la inflación

Como todos sabemos, la presión lleva ya algo de tiempo en cotas preocupantemente elevadas, lo que debería conllevar un mayor precio para el oro y la plata. Desgraciadamente para los entusiastas del oro, la política adoptada por el banco central estadounidense ha provocado que los acontecimientos se desarrollasen de forma diferente. Así, la Reserva Federal está intentando combatir la inflación desde una postura restrictivamente agresiva mediante varios y sustanciales aumentos de sus tasas de interés a lo largo del último año. Tras varios incrementos del 0,75 % se oye ahora hablar de la posibilidad de elevar los principales tipos en un 1 %, hasta tal punto que la herramienta CME FedWatch estima que las probabilidades de que semejante incremento llegue a materializarse son del 30 %.

A raíz del informe sobre el IPC de esta semana y de las declaraciones realizadas por Jerome Powell el oro se desplomó por debajo de su nivel de soporte de 1.700 $ la onza y actualmente se encuentra en una situación precaria. Los anallistas observan ahora con atención el próximo nivel de soporte clave comprendido entre 1.680 $ y 1.675 $, y muchos predicen serios retrocesos hasta incluso los 1.500 $ de romperse la anterior marca. De desarrollarse semejante tendencia, esto sería sin lugar a dudas una señal de que el mercado alcista de tres años del oro ha llegado a su fin.

Símbolo del dólar

Si has estado siguiendo el mercado Forex durante las últimas semanas, sabrás que el dólar ha alcanzar una paridad histórica con el euro. Más allá de destrozar la competitividad de las exportaciones procededentes de Estados Unidos, esto ha hecho que el rendimiento de los bonos del Tesoro se dispare. Exceptuando los bonos a 10 años, todos los demás bonos del Tesoro estadounidense ofrecen un rendimiento superior al 3 %, y este movimiento alcista no puede sino continuar si tenemos en cuenta que la Fed está totalmente decidida a mantener su política militarista.

En pos de facilitar el acceso y la liquidez, los inversores bien preferirían retener dólares estadounidenses en lugar de oro o plata. Así las cosas, la demanda de metales preciosos se verá sin lugar a dudas afectada en un entorno en el que el dólar es capaz de ofrecer un rendimiento superior al brindado por la mayor parte de activos de refugio. Mientras esperamos conocer los últimos datos relativos a la inflación en la zona euro para comprobar si los recortes en las tasas del BCE han logrado debilitar la inflación podemos esperar una gran volatilidad en el par EUR/USD. Parece que el recientemente formado patrón en forma de cuña descendente ha pasado a ser plano, por lo que es poco probable que se dé una inversión a corto plazo. Si el dólar continúa efectivamente ganando terreno frente a sus principales competidores, el oro y la plata harían bien en esperar que se mantenga la reducida demanda de metales.

Visión global

Por supuesto, las señales a corto plazo y los patrones técnicos son herramientas de un valor incalculable para todo trader o inversor, pero debemos no perder tampoco de vista la naturaleza extremadamente cíclica de los productos básicos, y en concreto del oro y la plata. Y es que no siguen las mismas reglas que la mayoría de activos financieros. Tomemos como ejemplo la crisis global financiera del 2008 y el consiguiente mercado alcista experimentado por los productos básicos. Las acciones habían tocado fondo hasta prácticamente situarse en niveles previos a la crisis un año antes de que el oro conquistase su pico de 1.800 $ en el 2011/2012, una marca que está aún a escasa distancia una década después.

Esto no hace sino demostrar que el ciclo de los metales preciosos avanza con frecuencia a destiempo con respecto a los activos de riesgo, por lo que podemos entender los precios en descenso de las acciones como un indicador indudable de que el oro se revalorizará. En efecto, el IGCS indica que los traders minoristas se están posicionando claramente en largo sobre el oro, y el 86 % de los traders están en la actualidad manteniendo posiciones largas. El consenso general considera que los precios del oro y la plata se mantendrán relativamente estables en los niveles actuales hasta que la política adoptada por los bancos centrales o la desbocada inflación ocasionen un duro golpe en la economía. La experiencia sugiere en este punto que asistiremos a un mercado alcista de los metales preciosos que durará al menos 12-24 meses.

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