Thu, 16/05/2024 - 08:59
El período pospandemia ha sido un período de prueba para prácticamente todas las principales economías mundiales. Primero vimos una inflación fuera de control, mundial y persistente, que hizo que los precios de los productos básicos se duplicaran sobradamente en menos de un año. Los bancos centrales de todo el mundo estaban en un punto muerto: ¿mantener las tasas bajas y ver cómo sus monedas se devaluaban o aumentar las tasas de interés y causar aún más dolor financiero a los prestatarios comunes? Algunos reguladores, como el Banco Central Europeo y el Banco de Japón, eligieron el camino de menor resistencia, mientras que otros, como la Reserva Federal de Estados Unidos y el Banco de Inglaterra, decidieron actuar con más dureza. Mientras que el ajuste fiscal necesario para reducir la presión sobre los precios afectó a los activos de riesgo y aumentó significativamente los costos del servicio de la deuda, el tiempo ha demostrado que fue la decisión correcta.
A diferencia de Japón y la eurozona, que están estancados, Estados Unidos y Reino Unido se encuentran en territorio de crecimiento positivo y han logrado poner freno a la inflación. De hecho, el Fondo Monetario Internacional (FMI) recientemente revisó su pronóstico de 2024 para el crecimiento del PIB de EE. UU. al 2,7 % frente al 2,1 %. Sin embargo, Reino Unido registró resultados más impresionantes, registrando un crecimiento del PIB del 0,6 % en los últimos tres meses para salir sólidamente de la recesión e impulsar una sólida segunda mitad del año. Entonces, ¿qué significa esto para la libra? ¿Tendrá el Banco de Inglaterra más que hacer en 2024? Descubre las respuestas a estas preguntas y más a continuación.
Un rendimiento excelente
Con las tasas de interés en Reino Unido en su nivel más alto en 17 años y entre las más altas de todos los países de la OCDE, no sorprende escuchar que la libra está manteniendo su valor comparativamente bien durante estos tiempos de prueba. Con un 5,25 %, el Banco de Inglaterra está básicamente al mismo nivel que la Reserva Federal y, sin embargo, la libra esterlina ha logrado ganar casi un 2 % frente al dólar estadounidense en abril y mayo.
Es cierto que esto no es particularmente trascendental, pero considerando la fortaleza del dólar frente al euro y al yen japonés, convierte a la libra en una de las monedas de mejor desempeño en 2024 hasta el momento. Seguramente esto será una buena noticia para Rishi Sunak y sus colegas del Partido Conservador mientras se preparan para las elecciones generales antes de finales de este año en curso. Sin embargo, la incertidumbre asociada con un proceso electoral de esta magnitud podría traer factores adicionales que podrían poner a prueba la determinación de la libra.
También sería negligente no mencionar la situación del mercado laboral, que actualmente es muy ajustado. Desde 2022, Reino Unido ha observado un bajo desempleo y una gran cantidad de puestos vacantes. Esto podría ser un factor positivo para la libra esterlina, ya que significa que la mayoría de las personas que quieren trabajar tienen un empleo remunerado. Sin embargo, las dificultades de contratación asociadas para los empleadores podrían evitar que la inflación caiga aún más y permitir así que el dólar recupere terreno en el segundo semestre de 2024.
Córtalo ya
Más allá de los factores macroeconómicos, todos sabemos que la mayor influencia sobre cualquier moneda fiat la ejerce su emisor. En el clima actual de tasas de interés inusualmente altas (según los estándares posteriores a 2008), el factor obvio que con mayor probabilidad afectará la fortaleza de una moneda es un giro hacia una política monetaria más moderada. En realidad, tanto la Reserva Federal de Estados Unidos como el Banco de Inglaterra se han comprometido a realizar múltiples recortes de tasas antes de que termine el año. Lo único que no está claro es qué regulador será más rápido con las tijeras.
Originalmente, la Reserva Federal había prometido "múltiples recortes de tipos", y algunas estimaciones predecían que estos comenzarían ya en mayo. Al final, Jerome Powell suspendió el ciclo de flexibilización, aunque se espera que comience a recortar en septiembre. Sin embargo, funcionarios del Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra han señalado que el banco central podría pasar a recortar las tasas tan pronto como el próximo mes, a pesar del riesgo potencial de inflación. El Banco de Japón subió las tasas el mes pasado, pero desde entonces se ha visto obligado a tomar una intervención significativa para evitar que el yen pierda aún más terreno frente a otras divisas principales.
La rápida y suficiente intervención del Reino Unido en 2022 bien podría haber salvado la moneda nacional. Sin embargo, esto también podría significar que el retorno a una política moderada sería más lento en un contexto de crecimiento del PIB mayor de lo esperado (+0,7 % solo en el segundo trimestre de 2024). Esto puede parecer modesto, ya que solo representa una tasa anualizada del 2,8 %, pero para poner las cosas en perspectiva, la economía del Reino Unido solo había crecido un 1,4 % entre 2019 y el primer trimestre de 2024. De hecho, una política monetaria más suave podría impulsar un mayor crecimiento a través de un mayor apetito por el riesgo, pero ¿por qué alterar algo bueno mientras la inflación todavía está por encima del objetivo del 3,2 %?
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