Thu, 09/03/2023 - 11:07
El petróleo es el sustento de la economía mundial. Sin este no es posible mover ni producir los bienes; las personas no pueden ir y venir del trabajo o de las tiendas; los alimentos no pueden ser cultivados, envasados o transportados. No es por tanto ninguna coincidencia que el precio del petróleo esté directamente relacionado con la salud y la prosperidad económicas. Un buen ejemplo de esto lo vimos en marzo de 2020 a raíz de la crisis provocada por la COVID-19, cuando los precios del Brent se volvieron prácticamente negativos. Se decretó el confinamiento en los distintos países, las fábricas fueron cerradas y los desplazamientos nacionales severamente restringidos. Por supuesto, la oferta y la demanda se redujeron hasta niveles de base. Nadie necesitaba combustible, por lo que su precio se desplomó. Pero como dice la famosa expresión, "todo lo que baja debe también subir".
Después de dos años de oscilar al unísono con la política pandémica y las presiones del lado de la oferta, el petróleo parece estar estabilizándose, y el líder del mercado Brent se sitúa ahora en alrededor de 82,30 $ por barril (27/02/2023). Sin embargo, todavía está muy por encima del promedio de diez años. La inflación está por encima del objetivo y existe un clima general de incertidumbre , por lo que representa serios obstáculos para los sectores de la fabricación y el transporte, así como para la economía en general. A medida que los bancos centrales continúan aumentando las tasas y las naciones productoras de petróleo buscan equilibrar la oferta y la demanda, 2023 se perfila como un año clave para este recurso energético. Ahora, sin más preámbulos, veamos qué está causando la actual inestabilidad en los precios e intentemos predecir el movimiento más probable para este producto básico crucial en el futuro.
Los negativos datos provocan una demanda inestable
El mundo aún no se ha recuperado por completo de la crisis del coronavirus de 2020. Puede parecer que las cosas han vuelto a la normalidad, pero las consecuencias económicas de este cisne negro global sin precedentes son aún más que palpables. La inflación desenfrenada provocada por una relajación cuantitativa excesiva durante la fase aguda de la pandemia está impulsando al alza todas las materias primas, incluido el petróleo. Sin embargo, un efecto secundario de esto es la disminución del poder adquisitivo y la alta volatilidad del sentimiento del consumidor, lo que ha hecho que los fabricantes tuviesen que ajustar la producción con regularidad.
De hecho, el gráfico de pedidos de bienes duraderos típicamente lineal fue una imagen poco característica de altibajos en 2022. Desde febrero de 2022, cuatro de los once meses estudiados mostraron una disminución, y el cuatrimestre de marzo a junio arrojó la mayor cantidad de aumentos consecutivos del año. Casualmente (o quizás no), fue durante este mismo período que los precios del petróleo alcanzaron su máximo local de junio de más de 120 $ por barril. Mientras tanto, el PMI de EE. UU. del ISM ha estado en descenso constante de 58,6 a 47,4 durante el mismo período de tiempo, después de haber pasado los últimos tres meses por debajo del nivel mínimo clave de 50. Como era de esperar, el movimiento del petróleo prácticamente ha emulado el de estos dos indicadores, y el Brent ha perdido gradualmente casi un 35 % desde junio. Aún queda por ver si el clima empresarial mejorará pero, de así ser, bien haríamos en esperar que el petróleo crezca.
Todo es más barato en China
Después de quedar muy rezagada durante gran parte de 2022 tras la muy criticada política de cero-COVID del Partido Comunista de China, que suponía la imposición de confinamientos extremos y que condujo fuertes caídas en el consumo de petróleo tanto entre consumidores comunes como de la gran industria, la situación parece estar ahora normalizándose en China. Los analistas ahora predicen que las importaciones de petróleo del Gigante Asiático alcanzarán una cifra récord en 2023, ante una mayor demanda de transporte y la llegada de nuevas refinerías chinas. De hecho, el analista sénior de mercados de OANDA Craig Erlam ha afirmado que el optimismo en torno a la China poscoronavirus , el mayor importador de petróleo del mundo , puede estar relacionado con las ganancias que venimos viendo en el crudo.
China e India se han convertido en importantes importadores de petróleo ruso a raíz de las sanciones de occidente, los embargos y los precios máximos impuestos al miembro de la OPEP+. También en India los datos sobre importaciones de crudo del gobierno alcanzaron un máximo de seis meses en enero. Básicamente, la inestabilidad geopolítica en Europa y las medidas asociadas impuestas al petróleo ruso han visto surgir dos mercados. Como resultado, el crudo de los Urales se sitúa actualmente en torno a los 49,70 dólares el barril, lo que representa un considerable descuento medio del 40 % sobre el Brent. Para países no alineados como China e India, este es un gran auge que significa que no solo podrán satisfacer una demanda potencialmente alta en 2023, sino que también podrán ahorrar miles de millones de dólares en costos de transporte y producción. Sin embargo, y dado que Rusia reducirá su producción esta semana, pronto podríamos asistir a un encarecimiento tanto del crudo de los Urales como del Brent a corto y medio plazo.
¿Qué dicen los técnicos?
Muy en línea con los fundamentos que ya hemos cubierto, el análisis técnico es igualmente mixto. Tanto el Brent como el WTI tienen señales contradictorias, y parece que necesitaremos ver un movimiento convincente en una dirección antes de que se presenten señales verdaderamente procesables. Los gráficos semanales y mensuales para las dos grandes variantes de crudo de los Estados Unidos parecen ir desde la venta hasta la fuerte venta, aunque la MACD para ambos plazos sugiere de forma bastante confusa que los precios actuales representan una buena oportunidad para los futuros tenedores a largo plazo.
No obstante, cuando observamos los gráficos diarios, de 5 horas y de 1 hora, surge una imagen completamente diferente. El número de indicadores que muestran Comprar aumenta exponencialmente a medida que reducimos los marcos de tiempo de los gráficos. En el de 1 hora, por ejemplo, el RSI, MACD, ADX, CCI y Bull/Bear Power recomiendan comprar. En consecuencia, parece que los day traders podrían considerar la posibilidad de adquirir tanto Brent como WTI en los niveles actuales. En el caso de inversores a más largo plazo, sería prudente adoptar un enfoque de esperar y ver hasta que tengamos la claridad necesaria sobre algunos de los fundamentos detallados anteriormente.
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